Nadie lo dijo, solo lo sabíamos estando allí en las trincheras
Marcados por un calor ahogante que ascendía al pasar la hora
Era el momento de comenzar de hacer las cosas bien
No nos quedaba más que enfrentar el largo camino al otro lado
Te tomé de la mano como nunca lo hubiese hecho y te arrastre conmigo
Nadie lo dijo, no teníamos la certeza
Tras nuestros pasos no existía más que la polvareda y por un instante
Sólo un instante, nos hallamos inmersos en la nada
Empapados de sentimientos fugaces que sólo quedarían tras cerrar la puerta.