Es como un ángel que no tiene alas (o por lo menos no a la vista), anda en monociclo y me sonríe por el solo echo de aparecer por el pasillo. Lo tiene todo y lo mas choro de todo es que al estar enamorado los besos son bonitos, como una ducha caliente después de un día frío, como meter los pies helados en unos calcetines de lana, como caminar por la orilla del río, como tocar una canción preferida, como pisar las hojas, como verlo sonreír, como escucharlo decir te quiero, como simplemente estar al lado del mejor del planeta.
Aún no me explico como puede ser tan bonito, es que desde sus ojos de mañana que algún resto de sueño tienen para mi, me hace amanecer de la mejor manera. Hace que las cosas tengan algún tipo de entretención misteriosa en su fomedad original, tiene la capacidad de colorear lo gris con arcoíris multicolores.
Mientras debería estar estudiando cosas de bocas y dientes aparece entre las lineas moviendo las palabras y creando frases, yo no se como lo hace pero existe en mi cabeza y en la distancia de su pieza a la vez, es como un mini-tú que se cuelga de mis pestañas para que lo mire y piense en él.
Y aquí estoy frente a este computador escribiéndote una vez más con mi té en el velador y unas cuantas páginas por estudiar.
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