jueves, 20 de agosto de 2009

Comentario aparte.

Soplidos y palabras a poca luz.

Una escena, él dibujándola mientras dormía cubierta en una manta azul.
Algunas estrellas se cayeron haciendo que su hombro brillara de una manera sutil y sus labios se entreabrieron por el destello platinado. Él sabía que estaba ahí, no se iría, dormía, respiraba su mismo aire... acomodaba con gracia su brazo sobre la almohada mientras su pelo caía como miel por las sabanas arrugadas.
Ella no sabía que Él estaba ahí, respiraba su mismo aire y acomodaba con gracia el lápiz sobre sus dedos.
El carbón se deslizaba suavemente, clack, la punta se rompía... Él, desvanecido pensando en otra cosa, de sus labios una melodía y todo daba vueltas por un instante.
No quería dejarla ahora, Ella sabía que Él creía en como.
Ella le preguntaba si su amor crecería y Él le repondía que no sabía, no sabía, quédate y lo sabrás.
Ella despertaba, palabras al oído.

Captó todas mis espectativas, me encantó y me sigue encantando: a través del universo.

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