martes, 18 de agosto de 2009

De la nada en conserva

Lluvia, barro, perros mojados, señoras con paraguas floreados
y niños con zapatos de papel de diario.

Semi invierno en los ojos y papeles arrugados.
La voz necesaria y la palabra precisa.

Enredaderas mentales y la incertidumbre normal, nubes, pájaros, metro y animales.
La voz persecusora y la sonrisa correspondiente.

Los pasos despacios entre los acacios, los brazos en abrazos enlazados para dos, tres, uno y medio.
Medias personas y la voz.

Era algo en común, algo que no era algo porque no quería ser algo...
prefería ser una insinuacion y las insinuaciones son mejores que las cosas en si,
así como las cosas que no son cosas y los ojos que no ven nada.

Micros ruidosas, bocinas, humo.

Humo que consumes
Humo que te enreda
Humo suave acaricia la breve cintura, aquella pálida pero breve al fin y al cabo.

Pasto pastaban, alucinaban, colores varios, caídas y pañuelos de payaso.

Hola.

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