viernes, 21 de agosto de 2009

Del origen, de lo pequeño

Una hojita flotaba y pensaba que caería
pero el viento la llevo más allá,
la tomaron por sorpresa y se vio oculta en un bolsillo.
Escuchaba una voz nerviosa que balbuceaba tonteras
no entendía porque hoy en día hacían los bolsillos de plástico.
Ahogada en su incertidumbre una mano le acarició la mejilla

Al lado tuyo un tipo fornido de aspecto extraño
se acercó, sacó del bolsillo una hoja y te la regaló.

Muchas cosas vinieron después de este peculiar suceso.
Asombro, intriga, fatiga por no haber almorzado cuando podía
y la voz amiga de un viento otoñal.

Un papel amarillento en el pavimento me contó que se había perdido
hace un tiempo atrás, había vivido en una veleta y ahora vagaba sin rumbo.
Tenía tantos años como el momento conveniera, se sumó a la hoja en mi bolsillo.
Creo que se hicieron amigos, los escuché cuchichear
todo lo que pueden conversar una hoja y un papel en los tiempos modernos.

Me senté en la cuneta, saqué un lápiz,
descubrí que mi bolsillo me guiñaba un ojo y lo abrí, magia, asombro... otra vez.
Es peligroso dejar dos cosas distintas en los bolsillos de hoy,
uno nunca sabe nada, las cosas pasan.

Escritos en una hoja de papel.

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